No enseñamos lo que queremos, lo que sabemos o lo que
creemos saber, sólo enseñamos lo que somos.
Jean Jaurès
La pandemia nos arrojó intempestivamente a un mundo incierto. Decidamos cómo queremos que sea ese nuevo mundo, aplicando lo que hemos aprendido durante este cataclismo. Coordinemos nuestras voluntades, nuestras pasiones y nuestras acciones para hacer ese sueño colectivo una realidad tangible y palpitante. Educándonos y educando para el nuevo mundo, es más probable que lo logremos.
- Eduquemos para aprender a aprender, y aprender de por vida; así sabremos qué hacer cuando no sepamos qué hacer
- Eduquemos para aprender a colaborar. El aprendizaje, como la vida, son aventuras compartidas.
- Eduquemos para apreciar nuestra función educativa como la contribución más digna y trascendente a nuestra comunidad.
- Eduquemos para resistir y rehacernos, siguiendo la guía y protección de una disciplina liberadora, estricta pero flexible, diseñada con amor.
- Eduquemos para vivir con elegancia, haciendo más con menos; usando de manera prudente, efectiva y eficiente cualquier recurso y tecnología.
- Eduquemos para ejercer una crítica constructiva, respetuosa, valiente y útil. Aprendamos a dialogar, a conversar con empatía, curiosidad y audacia.
- Eduquemos para impulsar la creatividad; Los constructores de puentes unimos mundos distantes. Nuestros primeros puentes los hacemos jugando.
- Destinemos más y mejores recursos en la educación de los más jóvenes, iniciando con mamás y papás capacitados como profesionales.
- Eduquemos para fortalecer todas nuestras redes (Nerviosas, sociales, políticas, económicas, gremiales, comerciales, profesionales, conceptuales, etc.)
- Eduquemos para asumir plenamente que somos la vida evolucionando: juntos haremos nuestros sueños realidad.
Camilo Sabag
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