Educando para el Nuevo Mundo

EDUCANDO PARA EL NUEVO MUNDO
Y extractos del libro OTRAS FORMAS DE APRENDER: Qué funciona en educación y por qué. De Alex Beard, Plataforma Editorial.

 

No enseñamos lo que queremos, lo que sabemos o lo que
creemos saber, sólo enseñamos lo que somos.

Jean Jaurès

  

   La pandemia nos arrojó intempestivamente a un mundo incierto. Decidamos cómo queremos que sea ese nuevo mundo, aplicando lo que hemos aprendido durante este cataclismo. Coordinemos nuestras voluntades, nuestras pasiones y nuestras acciones para hacer ese sueño colectivo una realidad tangible y palpitante. Educándonos y educando para el nuevo mundo, es más probable que lo logremos.

 

   El aprendizaje lo cura todo, es el secreto para la salud, la felicidad y la cooperación global. La educación es la respuesta.

   “Las escuelas deberían ser extraordinariamente caras para el Gobierno y absolutamente gratuitas para sus ciudadanos, al igual que la defensa nacional.” (Aaron Sorkin en The West Wing)

   Aprendemos, luego progresamos.…en un mundo globalizado en el que todo se está agotando, una revolución del aprendizaje es nuestra única oportunidad de florecer como especie. A medida que escasean la tierra, la comida y el combustible, nuestras capacidades humanas de pensar, hacer y ejercer el cuidado constituyen nuestros únicos recursos ilimitados.

   ¿Qué necesitamos [aprender] para desarrollar nuestro potencial, para reconocer que la escuela es nuestra mayor invención, para abrazar la enseñanza como nuestro supremo oficio?

 

DIEZ IDEAS PARA OPTIMIZAR NUESTRO APRENDIZAJE

  1. Eduquemos para aprender a aprender, y aprender de por vida; así sabremos qué hacer cuando no sepamos qué hacer

 

APRENDE CONSTANTEMENTE: En lugar de enseñar a nuestros niños a saber, necesitamos enseñarlos a aprender. Nacemos para hacerlo. La genialidad de nuestra mente humana consiste en que es infinitamente adaptable y más poderosa de lo que percibimos. El aprendizaje es nuestro superpoder…

   La clave es la automotivación […] pero la matamos con demasiada frecuencia.

Todos los chicos son innatamente curiosos y singularmente individuales. …tenemos que deshacernos de la idea de que el aprendizaje equivale a aprobar exámenes estandarizados y rediseñar nuestros modelos en torno al cultivo de la capacidad de los niños de preguntarse, imaginar, expresarse, analizar, criticar y cuestionar, investigar como científicos o simplemente aprender por amor al propio aprendizaje.

 

  1. Eduquemos para aprender a colaborar. El aprendizaje, como la vida, son aventuras compartidas.

 

FOMENTA LA COOPERACIÓN: Los jóvenes actuales tienen más conciencia social, son más altruistas y llevan una vida más sana que sus predecesores. La generación yo está cediendo el paso a la generación nosotros.

   La jerarquía ya no es la mejor forma de hacer las cosas. El mundo es demasiado complejo. Las situaciones cambian demasiado rápido. Hoy deberíamos enseñar, en cambio, a nuestros alumnos el trabajo en equipo y la creación de vínculos comunitarios. En estos sistemas humanos, todas las personas desempeñan un papel clave en el éxito del grupo, por lo que se vuelve crucial que maximicemos el potencial de todos los individuos y aprendamos a colaborar.

   En lugar de determinar quién es el mejor, debemos preguntarnos qué somos capaces de ofrecernos unos a otros y cuál es la mejor forma de trabajar juntos.

El aprendizaje construido sobre una idea de equipo y de comunidad es inclusivo y democrático. En lugar de lanzar a unos niños contra otros para conquistar un modelo de éxito de talla única, deberíamos personalizar la aproximación a los individuos, permitirles avanzar a su propio ritmo y asegurarnos de que todos aprendan. Esto implica asignar más recursos a quienes están en apuros o tienen necesidades educativas particulares. Deberíamos hacerlo de buen grado. Esto no puede servir de excusa para rebajar las expectativas.

   La carrera hacia la cima ha elevado los niveles de aprendizaje y ha creado nuevos modelos de alto rendimiento. Debemos usar lo mejor de estos para cerrar brechas en los niveles educativos y no para aumentarlas. Las sociedades más igualitarias son también más saludables, más felices y logran mejores resultados en casi todas las métricas. Esto no quiere decir que todos sus integrantes sean iguales.

 

  1. Eduquemos para apreciar nuestra función educativa como la contribución más digna y trascendente a nuestra comunidad.

 

PRACTICA LA ENSEÑANZA: Una sociedad que no ama a sus profesores no ama a sus niños (Georges Haddad: Director de la Sorbona de Paris)

   Dentro de cincuenta años, trataremos a los profesores como los médicos. Se entrenarán como los atletas e investigarán como los científicos. Serán maestros del aprendizaje, el papel al que todo el mundo aspira. En un futuro definido por los trabajos que unos seres humanos hacen para los otros, será nuestro supremo oficio.

   [Según los economistas Osborne y Frey…] en lo que atañe a la automatización de los trabajos, la enseñanza es una de las áreas en las que podemos crear un valor enorme y un trabajo enriquecedor.

[Los profesores de excelencia llegan a…] dominar la ciencia del desarrollo cognitivo, la práctica de la creación de comunidades, la psicología de la motivación y el conocimiento profundo de su materia. Esa pericia puede ser cultivada.

   Para sacar el máximo partido de nuestros profesores, debemos confiar en ellos, formarlos adecuadamente, concederles autonomía, liberarlos de las cargas administrativas y ponerlos al mando.

   Los especialistas en sus materias enseñarían a los niños mientras que continuarían investigando en la vanguardia de su especialidad. Los orientadores y asesores del aprendizaje podrían desarrollar la motivación de los niños, así como su capacidad para trabajar de manera efectiva con sus compañeros. Los analistas de datos podrían detectar con más eficacia las lagunas en el aprendizaje de los niños. Podemos confiar en su capacidad para responder al reto.

 

  1. Eduquemos para resistir y rehacernos, siguiendo la guía y protección de una disciplina liberadora, estricta pero flexible, diseñada con amor.

 

DESARROLLAR EL CARÁCTER: [Los niños…] pueden llegar a ser resilientes. Este enfoque requiere amor duro, las expectativas más altas y la creación de una cultura que no acepte las excusas. Asimismo, requiere forjar relaciones basadas en la confianza y en el amor entre los miembros de una comunidad.    Los niños que se sienten más seguros en su apego a otros son más capaces de afrontar los retos de la vida.

   Las escuelas deberían ser un espacio seguro para arriesgar nuevas opiniones, probar diferentes identidades y aprender a amar. El Mindfulness o atención plena nos ofrece un camino para lograr esos resultados.

   Coloquemos la salud mental y el bienestar vital en el corazón de nuestra revolución del aprendizaje. Incluso mientras preparamos a nuestros niños para defenderse en la carrera hacia la cima, podemos hacer algo más para ayudarlos a sentirse satisfechos y para asegurarnos de que no sacrifiquen su autoestima en aras de una absurda competición.

 

  1. Eduquemos para vivir con elegancia, haciendo más con menos; usando de manera prudente, efectiva y eficiente cualquier recurso y tecnología.

 

UTILIZA SABIAMENTE LA TECNOLOGÍA: Los robots profesores no están en camino. […] aunque la tecnología esté cambiando el mundo, los tipos de tareas (rutinarias, repetitivas y basadas en el seguimiento de reglas) que los ordenadores han logrado dominar son lo contrario de lo que necesitamos en nuestras aulas.

   La tecnología es simplemente eso, una herramienta, si queremos usarla para promover el aprendizaje, hemos de ponerla al servicio de los propósitos humanos.

   La fórmula de humano más máquina más un mejor procedimiento funciona. Una de nuestras metas educativas ha de ser que nuestros alumnos aprendan a utilizar las herramientas de hoy en día. Esto implica experimentar con las tabletas y con actividades en nuestros teléfonos. También implica entender las herramientas. Deberían aprender los fundamentos de la programación.

   Hemos de tener cuidado con el efecto embrutecedor de la externalización de nuestro pensamiento a las mentes artificiales.

   El principal impacto de la tecnología sobre el aprendizaje puede consistir paradójicamente en empujarnos hacia lo humano. Preparemos a nuestros alumnos para ello.

 

  1. Eduquemos para ejercer una crítica constructiva, respetuosa, valiente y útil. Aprendamos a dialogar, a conversar con empatía, curiosidad y audacia.

 

PIENSA CRÍTICAMENTE: La discusión y el debate públicos son nuestro camino para resistirnos a nuestros propios sesgos, así como a la manipulación de nuestra mente por los demás.

 

  1. Eduquemos para impulsar la creatividad; Los constructores de puentes unimos mundos distantes. Nuestros primeros puentes los hacemos jugando.

 

DESARROLLA TU CREATIVIDAD: … dejar más espacio para que nuestros alumnos jueguen, darles la libertad para experimentar y fracasar y ofrecerles muchas oportunidades para descubrir su pasión.

   No solo son las industrias creativas los sectores económicos que crecen con más rapidez, sino que, además, conforme nuestra población crece, los recursos escasean cada vez más y nuestras ideas se agotan, la creatividad también es vital a la hora de garantizar que podamos pensar de nuevo –y con ambición- como especie para afrontar nuestros principales desafíos del consumo excesivo, el cambio climático y la degradación ambiental, y lograr abordarlos mejor.

   La creatividad puede desarrollarse en cualquier medio: escritura, arte, música, drama, matemáticas, ciencias, programación o deportes. Se trata de algo fundamental, no meramente deseable. Las herramientas que desarrollen los niños en estas actividades los ayudarán a hallar un propósito y les ofrecerán acceso de por vida al rasgo distintivamente humano de la autoexpresión.

   Si el dominio de las materias troncales implica que no encontremos tiempo para las artes, la imaginación y la creatividad dentro de la escuela, entonces hemos de hallar espacios para ellas en otros ámbitos. La chispa que se enciende en un niño podría cambiar el mundo, podría convertirse en su carrera o simplemente llegar a ser el lugar en el que encuentre el sentido o la alegría. Y eso es bueno.

 

  1. Destinemos más y mejores recursos en la educación de los más jóvenes, iniciando con mamás y papás capacitados como profesionales.

 

EMPIECE PRONTO: Imaginemos un sistema que garantice que el ambiente que rodee a los jóvenes aprendices esté diseñado para maximizar su éxito a lo largo de su vida, y especialmente comprometido con el apoyo a las madres y los padres que padecen más privaciones. En la actualidad destinamos unos recursos mínimos a estos servicios, pero el dinero invertido en esta etapa de la vida del niño generará los máximos beneficios posibles a lo largo de su vida.

 

  1. Eduquemos para fortalecer todas nuestras redes (Nerviosas, sociales, políticas, económicas, gremiales, comerciales, profesionales, conceptuales, etc.)

 

NOSOTROS SOMOS EL SISTEMA: …el futuro del aprendizaje habita en nosotros. Esta es nuestra causa. “La infraestructura más importante que poseemos son las mentes educadas” decía Amel Karboul, portavoz de la Comisión de Educación, un organismo de la ONU creado para la mejora del aprendizaje en todo el mundo.

   El “sistema” no está ahí afuera. El sistema somos nosotros y está compuesto por las relaciones entre las personas. Todos tenemos una función que desempeñar dentro de él y la capacidad de influir en su funcionamiento, para mejor o para peor.

   Si todos poseemos una capacidad innata de aprendizaje y adaptación entonces las cosas no tienen por qué ser tal como hoy aparecen entre nosotros. Podemos y debemos tomar una decisión conjunta acerca de lo que deseamos para nuestros niños. Si somos capaces de hacerlo como familias, escuelas o comunidades, podemos modificar los objetivos perseguidos por nuestros sistemas, así como las formas de perseguirlos.

   Si aspiramos a continuar progresando, hemos de trabajar juntos, abrir el conocimiento a todo el mundo, creer que poseemos la inteligencia colectiva y la solidaridad para resolver los problemas del mundo. El abordaje de un reto tan complejo requiere nuestro liderazgo colectivo.

   Nuestro primer paso es la creación de un nuevo proyecto para aprender juntos, a lo largo de nuestras vidas, desde el nacimiento hasta la muerte, desarrollando nuestra capacidad de pensar de nuevo, hacerlo mejor y ejercer el cuidado.

   Pronto abrazaremos nuestra infinita capacidad de aprendizaje, nos dedicaremos a la programación o al análisis de datos a la mitad de nuestra carrera, llegaremos a ser profesores de la infancia temprana o nos reciclaremos como psicoterapeutas. Acudiremos a clases de arte o practicaremos deporte como y cuando lo necesitemos, descubriremos nuestro lugar en el mundo, buscaremos la satisfacción por encima de la competición.

   Hasta los economistas coinciden en señalar que el aprendizaje garantiza la rentabilidad de las inversiones. ¿Qué es lo que nos detiene?

 

  1. Eduquemos para asumir plenamente que somos la vida evolucionando: juntos haremos nuestros sueños realidad.

 

CONSTRUYE EL FUTURO: …no esperemos al futuro: eduquemos a los alumnos para crearlo… podemos empezar a aprender a trabajar juntos para imaginar y crear aquello que deseamos ver.

   Si quieres cambiar al mundo, empieza por la escuela. La Escuela 21 de Londres no les pedía a sus alumnos que se prepararan para el resto de sus vidas, sino que influyesen positivamente en el mundo que los rodeaban en la actualidad.

   Los alumnos de hoy en día pueden navegar por la incertidumbre de nuestra época. Si somos capaces de equiparlos con los conocimientos, las destrezas y las actitudes adecuados, hallarán juntos la manera de construir un futuro mejor para todos.

   El aprendizaje no es la acción consistente en desarrollar en solitario nuestras propias facultades, sino un esfuerzo compartido para hacer avanzar nuestras sociedades.

 

Camilo Sabag

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