ELKE SUEÑA EN LEÓN

Elke despierta, con los ojos cerrados toma conciencia de su existencia en esta fresca mañana de otoño, todo a su alrededor es penumbra y silencio. Siente la cálida presencia de Miel, la perrita que duerme plácidamente a su lado, desparramada panza arriba. Abraza la almohada, se acurruca y duerme.

Despierta. Entre sueños recuerda vagamente algunas tareas pendientes. Su texto está inconcluso; faltan algunos detalles, algunas correcciones para quedar impecable. Permanece un tiempo indefinido en ese espacio nebuloso donde es difícil distinguir entre fantasía y realidad ¿Está soñando o está despierto?


   Todos recordamos en dónde y con quién estábamos, y lo que hacíamos en ese preciso momento. Este primero de julio se cumplirá otro aniversario. La reacción se observó de manera simultánea en todo el mundo. Las redes sociales se saturaron desde los primeros minutos con narraciones que daban cuenta de los comportamientos inusuales en diferentes partes del planeta y por personas de todo tipo.

   Se descartó como causa del suceso cualquier influencia cultural. Las ideas no se propagan con tanta inmediatez, ni siquiera por internet. Más que un contagio daba la impresión de ser algo que nació de nuestro interior espontáneamente, sin haberlo aprendido.

   Aún cuesta trabajo comprender a profundidad la naturaleza del fenómeno. En lo que todos estuvimos de acuerdo es en que, súbitamente, el acto de respirar adquirió un gran valor, como nunca lo había tenido, por el inmenso placer que nos provocaba.


El entusiasmo lo saca de la cama. “Hoy es un buen día para amarte”, piensa. Se asoma por el enorme ventanal de su recámara y contempla extasiado el perfil gris azulado de su amada ciudad que también despierta.

No muy lejos se ven las torres majestuosas del nuevo circuito financiero situado en el barrio de Las Arboledas, a la ribera del serpenteante Río de Los Gómez. Siguiendo su cauce plateado de aguas cristalinas, con la certera mirada de la imaginación, se detiene en los contornos cautivantes de los frondosos jardines que adornan el lujoso barrio del Coecillo. ¡Qué bella es nuestra ciudad!

Se prepara un café y, para inspirarse antes de escribir, sale al balcón, convenientemente abrigado.


De manera intuitiva supusimos que era algo en el aire, sin embargo, no se ha descubierto en él la presencia de un aroma, ni un cambio específico en su composición, temperatura, humedad o densidad. No sabemos a ciencia cierta qué causó esa nueva sensación tan agradable en la nariz y el pecho, ese relajante cosquilleo en la piel, el bienestar tan intenso e inmediato en todo el cuerpo, que nos ponía de buen humor casi al instante. Por unos segundos, dejamos de pensar y sólo sentimos una serenidad hasta ese momento desconocida. Se ha descrito la experiencia como “La conciencia plena y gozosa de estar vivos”, “El éxtasis de la vida con plena conciencia” o “La paz infinita”.

   La universalidad de la reacción, independientemente de las condiciones físicas o sociales de las personas, hizo pensar a los investigadores en un poderoso y penetrante factor externo que nos afectó a todos por igual.

A los pocos días de iniciada esta extraña transformación ambiental aprendimos a sobrellevar mejor cualquier circunstancia desagradable, deteniéndonos a respirar conscientemente.


Vivir en el piso 20 de la elegante Martinica Tower le permite a Elke dominar con la vista hasta los rincones más lejanos de su hermosa ciudad. Dirige su atención hacia el norte. Por la tarde abordará el TransElectricPolis y hará una excursión, en compañía de su familia y sus amigos, al antiguo barrio del Campestre. Evoca sus viejas construcciones forradas con la vegetación de los huertos familiares, alimentados pacientemente con hidroponía, que sirven de sustento a estas familias leonesas, obligadas a cambiar drásticamente sus medios de subsistencia al desaparecer la tecnología obsoleta y poco sustentable con la que construyeron su riqueza.


   Cada vez fue más frecuente observar a las personas detenerse en medio de una acalorada discusión, cerrar los ojos y disfrutar una profunda inspiración, para luego proseguir conversando con más calma y mejor disposición.

   Otra idea en la que todos coincidimos es que a partir de entonces la humanidad evolucionó. Hemos mantenido desde el inicio un constante estado de fascinación, jugando todo el tiempo a transformar las situaciones problemáticas más diversas, en soluciones novedosas y fuentes inagotables de aprendizaje.

   Los sentimientos agradables que ahora predominan se han expresado desde los primeros instantes en una tendencia irresistible por compartir ese bienestar, sobre todo con quienes sufren momentáneamente por alguna adversidad.


Hoy es un día especial. Su aportación al festival de la Foresta Urbana será la publicación y lectura del ensayo poético “Breve y fascinante historia de León Jardín” y la exhibición de su famosa pintura “Algarabía” en la que plasma magistralmente, según los críticos especializados, la vibrante actividad de los talleres artísticos situados en la bohemia avenida Miguel Alemán, fuente inagotable de movimientos artísticos vanguardistas y sede del mundialmente reconocido Festival Internacional del Arte y la Ciencia.

Fue entre los recovecos y callejones de esta hermosa avenida, la más arbolada y cosmopolita de la ciudad, donde se formó como artista, aprovechando al máximo los cuatro días a la semana de Ocio Activo, que gozaba intensamente después de su labor profesional como Instructor Mental. Ambas actividades: la profesional, que ejercía los tres días laborhábiles, y la artística de sus restantes días de Florecimiento Comunitario, le brindaban experiencias que lo hacían inmensamente feliz. Era afortunado. Tenía además una familia cariñosa y amistades entrañables: en suma, una vida plena.


   Ante la imposibilidad de explicar los efectos inesperados al respirar, apelando a causas físicas, químicas o biológicas conocidas, se sospechó de un sutil cambio a nivel subatómico en los gases que conforman nuestra atmósfera. Según las especulaciones de algunos neurocientíficos prestigiados, es posible que dichos cambios influyeran molecularmente en los precursores de neurotransmisores y moduladores de la actividad cerebral, modificando los circuitos neurales del sistema de recompensa.


Elke recordó con cierta nostalgia sus primeros años de lector, transportado a mundos fantásticos y universos lejanos por el sutil y prolongado hilo de letras, palabras, frases y oraciones que habían tejido los escritores que admiraba: un entramado fascinante en el que podía vivir eternamente, viajando a través del tiempo y el espacio. Su delicioso café lo regresa a la realidad. Aspira profundamente el fresco aroma que emana de su balcón ajardinado y se siente pleno de energía para culminar su escrito.


   La sorprendente noticia con que amanecimos un buen día fue que, durante los primeros meses posteriores al suceso, se redujo considerablemente el número de crímenes en todo del mundo. Estábamos tan extasiados con la nueva atmósfera de bienestar que no habíamos reparado en este insospechado efecto social.

   Lo que en aquellos momentos nos intrigaba era saber cuánto tiempo se mantendrían así esas condiciones y qué efectos económicos y sociales vendrían como consecuencia.


Elke escribe estas palabras; pretende transportarte a otros mundos, para vivir otras vidas y compartir contigo ideas y sentimientos, justo ahora, que tú lees. ¿Cómo continuarás esta historia? ¿Cuál será tu valiosa contribución a esta celebración de nuestra nueva vida?

Camilo Sabag

 

 

 

 

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