DELICADO EQUILIBRIO

   Igual que al respirar, sostener la cabeza con su propio esfuerzo, dar sus primeros pasos, andar en bicicleta o hacer piruetas al danzar, para vivir, toda niña y cada niño necesitan encontrar un delicado equilibrio.

Durante toda nuestra vida, las dificultades superadas, las pérdidas asimiladas y los logros que nos enorgullecen son producto de haber buscado y encontrado un delicado equilibrio.

Cuando nos descuidamos y perdemos la concentración en los aspectos esenciales de la vida, viene la enfermedad y amenaza con destruir todo lo que habíamos construido. Un elemental virus que ha puesto a temblar a la humanidad nos recuerda el valor de la armonía, de la buena voluntad, de la inteligencia laboriosa, y del heroísmo compasivo del que cuida a los demás.

Resistamos el golpe, comencemos de nuevo, aprendamos de aciertos y errores para encontrar cada que lo perdamos el delicado equilibrio.

Camilo Sabag

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