El fin de una era y el inicio de un mejor porvenir.

    Las malas decisiones de los gobernantes que propiciaron un frenón económico y la vulnerabilidad de nuestro sistema de salud; la epidemia de diabetes y obesidad, la indolencia de la industria alimentaria al no reformular sus productos para hacerlos inocuos y nutritivos; la violencia desatada, el grito desesperado de las mujeres por la indiferencia social ante las condiciones de desigualdad e injusticia en las que viven (la muestra más grave de ellas, los feminicidios); y ahora el Covid-19 con sus terribles secuelas sociales y económicas a nivel mundial -cambios nunca antes vistos- no son, como muchos creen, un complot de los dueños del mundo, una maldición o un castigo por nuestros pecados.

   Para el buen entendedor, todos estos signos dejan cada vez más claro que los liderazgos autoritarios, egoístas y miopes; nuestras formas de convivencia abusivas y el despilfarro de nuestros recursos culturales y naturales, están llegando a su fin. Como en todo sistema complejo, la crisis representa la oportunidad de un nivel más alto de organización. Se avecinan tiempos difíciles. Quizá más de lo que ahora podemos imaginar, pero esto no significa que estemos a punto de despeñarnos en el abismo. Si dirigimos nuestra mirada al lugar seguro en el que queremos aterrizar y concentramos toda nuestra energía y recursos para lograrlo, podremos sobrevivir, crecer y evolucionar.

   LiBiUn (Liderazgo para el Bienestar Universal) es nuestro destino y el medio para alcanzar la mejor forma de vida.

Nuestro destino en nuestras manos.

   Proponemos LiBiUn como estrategia para vivir a plenitud y aprovechar estos tiempos de colosales desafíos y abundantes oportunidades. 

   No podemos seguir esperando que sean los políticos tradicionales quienes resuelvan nuestros problemas. Tampoco podemos esperar que el cambio venga de las instituciones educativas o de salud, tradicionales. Estos tres sectores de nuestra sociedad están empantanados desde hace un buen tiempo justamente por falta de liderazgos adecuados. Nuestro destino no debería estar en sus manos. 

   Las organizaciones empresariales de vanguardia y la propia familia de cada uno de nosotros se presentan ahora como los espacios privilegiados para generar ese nuevo liderazgo. Aprovechando las vivencias cotidianas que experimentamos en éstos espacios vitales, y con la ayuda de la filosofía, la ciencia, las artes y todas las tradiciones y costumbres más nobles y trascendentes de nuestra cultura, podremos crear un nuevo estilo de liderazgo con el poder de transformar la realidad sin tener que pagar altos costos por tolerar un ejercicio de poder abusivo y egoísta basado en la arrogancia, el engaño y la violencia.

   Con una confianza bien apuntalada en los logros grandes y pequeños que hemos alcanzado hasta ahora y con el entusiasmo que despierta iniciar una nueva aventura les invitamos a crear y mantener una red de Líderes para el BIENESTAR que tenga como propósito el estudio amplio y profundo de esta función social tan trascendente para nuestra comunidad.

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