“No sólo nutrientes y alimentos; cuando comemos,
comemos también significados.”
Una vida plena de significados valiosos está al alcance de nuestras manos. Instrumentos semióticos utilizados con frecuencia pueden generar hábitos que nos impulsen a vivir más y mejor. Los alimentos que comemos pueden convertirse en símbolos generadores de costumbres nutritivas; por ejemplo, representar actividades programadas en tiempo y forma, que las hagan más probables. Con esa práctica frecuente y bien supervisada alcanzaremos la maestría en las competencias que deseamos desarrollar. Podemos representar con ellos el compromiso para lograr metas difíciles y específicas que aumenten nuestra motivación y mejoren nuestro desempeño.
Lo que comemos está lleno de significados. Cada alimento marca el ritmo de nuestros días: desayuno, almuerzo, comida y cena, tente en pie, aguante, pal huequito, etc. Comemos para compartir con los amigos o compañeros de trabajo, para hacer negocios, para ponernos de acuerdo, para coincidir. Nuestra cultura es abundante en rituales culinarios. Tenemos platillos especiales para todo tipo de ocasión: fiestas religiosas, cívicas, familiares, etc. Y qué decir del mágico acto de cocinar; la combinación armónica de ingredientes con aromas, colores, texturas y sabores a veces discordantes, da origen a manjares suculentos que nos muestran los beneficios de mezclar lo diferente.
La convivencia más rica y nutritiva entre personas de diferentes costumbres, actitudes y valores también nos exige la sabiduría y buen gusto de una experimentada cocinera que con cariño y alegría cocina lo que nos mantendrá vivos y felices.
La manzana de dos colores que voy incorporando con plena consciencia me recuerda los 7 compromisos para el bienestar universal que darán sentido a mi existencia. Con ellos contribuiré a la convivencia respetuosa entre personas diferentes, con historias distintas, ideas contrarias a las mías, pero con la misma meta de construir entre todos una civilización más justa y próspera. Es muy probable que a veces tenga el honor de ser convencido por los argumentos y buenas intenciones de quienes tengo en frente. ¡Cocinemos LiBiUn!
Camilo Sabag
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