EXPERIENCIA LiBiUn
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PacíficaMente LiBiUn
Hoy 21 de septiembre de 2020 celebramos el Día Internacional de la Paz, y la ONU Organización de las Naciones Unidas nos convoca, en voz de su Secretario General António Guterres, a mantener una conversación para pensar cómo forjar juntas y juntos la Paz, en momentos tan difíciles como los que estamos viviendo.
Me entero de esta noticia escuchando la mesa de debate que sostienen con Carmen Aristegui: Sergio Aguayo, Denise Dresser y Lorenzo Meyer, tres intelectuales del más alto nivel profesional y ético, desde mi punto de vista. Aunque expresan puntos de vista a veces diametralmente opuestos con respecto a nuestro actual presidente Andrés Manuel López Obrador, y aunque en ocasiones manifiestan actitudes impetuosas al disentir, el ambiente de respeto en el que conversan es un excelente ejemplo de LiBiUn.
Participar como espectador de esos debates resulta muy estimulante y formativo, puesto que sus opiniones contrastantes amplían nuestro panorama acerca de los tiempos convulsos que vivimos, y su forma de interactuar es un ejemplo a seguir en debates y conflictos en los que participamos como protagonistas centrales.
Sergio Aguayo opinó algo que me dejó pensando en una de las funciones más importantes que podemos ejercer para que emerja LiBiUn aún en momentos tan violentos como los que vivimos: La función de mediación. Dice Aguayo que, a pesar de ser convocado, no firmó ninguno de los desplegados que se publicaron este fin de semana y han dado mucho de qué hablar -uno denunciando la supuesta intención de censura, autoritarismo y polarización de López Obrador, y la otra en contra de esa opinión y en apoyo de las estrategias de comunicación del actual presidente-, porque prefiere mantener cierta distancia que le permita observar y tratar de entender de dónde nace tanto odio, por ambas partes. Comenta que desde su experiencia, lo que están faltando en nuestro país son mediadores, personas de buena voluntad que convoquen al diálogo, agentes que propicien las condiciones para que las partes en pugna cambien sus actitudes beligerantes por otras más constructivas, respetuosas y rigurosas en sus argumentaciones y evidencias.
La deliberación que necesitamos para construir el país en el que deseamos vivir requiere urgentemente la colaboración, las mejores prácticas de comunicación y la crítica edificante que nos permitirá crear un estilo de convivencia plena de BIENESTAR universal. Resalto aquí el otro concepto de mediación feuersteiniana que ofrecemos a nuestra comunidad: ser intermediarios culturales por medio de las Experiencias de Aprendizaje que diseñemos para promover esa cultura de Paz que hoy debemos impulsar.
A veces estamos tan inmersos en una dinámica violenta -porque fuimos víctimas de ella- y estamos dispuestos a responder también violentamente, que dejamos de ver cómo nos convertimos en aquello que previamente criticamos. Es en esas circunstancias cuando más necesitamos que alguien nos rescate de esa terrible dinámica y nos recuerde que hablando pacíficamente nos podremos entender, y llegar al más mínimo y elemental de los acuerdos: estar de acuerdo en que no estamos de acuerdo en ciertas cosas, pero que ambas partes deseamos vivir armónicamente, porque no queremos eliminar a quien tenemos en frente.
Celebremos este Día Internacional de la Paz conversando cómo haremos para desmontar entre todas y todos, la violencia que impera en cualquier ámbito de nuestra vida. Seamos las mediadoras y los mediadores que estamos necesitando para que emerja LiBiUn con toda su fuerza creadora.
Camilo Sabag
